ACCIÓN POLÍTICA ORGANIZATIVA
El partido de las doñas
Proceso de auto-gobernanza y defensa del territorio por medio de la articulación de nodos territoriales que son activados a través de la siembra y el tejido, donde las mujeres mayores son quienes representan autoridad y respeto en el territorio. Trabajamos principalmente con mujeres víctimas de desaparición forzada, homicidio, violencia doméstica u otro tipo de violencia ejercida contra la vida de las mujeres, realizando procesos de sanación, catarsis colectivo, exigencia y restablecimiento de sus derechos y reconocimiento de sus historias.
El Partido de las Doñas afianza los principios de Agroarte desde la analogía de planta-personas, territorio-cuerpo, campo-ciudad. Nos plantamos como aquellas plantas callejeras que se niegan aceptar la desaparición de nuestros hijos e hijas. Nos unimos al clamor de las mujeres latinoamericanas en la búsqueda de la verdad, justicia y no repetición de los hechos que aún no olvidamos. Somos plantas que renacen pues necesitamos florecer.
El Partido De La Doñas es el camino de la lucha y la dignidad, somos las que movilizamos desde el amor el barrio y defendemos la vida en la ciudad del miedo. En la historia de Medellín está tatuado nuestro carácter de defensoras, protectoras y constructoras de un territorio que nació desde nuestras manos, cuando la luz aún faltaba y el agua nacía de la montaña. Somos mujeres de campo y ciudad, de barrio y de vereda, de la historia y sin banderas, tenemos un método contra el olvido, un bálsamo para curar las heridas, una coraza de valentía para derrotar el miedo y una ruta solidaria que nos une a todas.
Como si fuésemos semillas que el viento esparce, llegamos desde las verdes montañas para florecer en la ciudad, mientras nos tejemos en un hilo fuerte que nos une haciéndonos resistentes y resilientes ante la adversidad. Muchos jardines, muchas ventanas, balcones y esquinas para crear otros círculos de memoria, muchos espacios para dignificar la vida y muchas manos para sanar. No pedimos el voto, esto es pura siembra. Aquí no hay conteos y reconteos, aquí hay pura cosecha. Así como cuidamos de nuestros jardines, somos guardianas de la memoria de la comunidad, una memoria que resiste dignificando la vida, transformando la sociedad y dando voz al oprimido.